domingo, 16 de enero de 2011

Un Reino


"No te soltaré. Mi mano ya no es mía. Es tuya o nuestra."
Akari lo oyó y esa frase retumbó en su mente una y otra vez. ¿Por qué se había sentido tan extrañamente sola? Quería volver a sentirse como antes, como aquél día en el que creyó que su vida había cambiado por completo. De hecho cambió, pero con el paso del tiempo ese cambió no supo seguir sus pasos. Y aunque tenía la esperanza de que tan solo fuera una idea, se equivocó.
Akari cerró los ojos y quisó por un momento volver el tiempo atrás y no volver a equivocarse. Quería volver a tener el poder que antaño tenía, el poder que la había hecho una chica fuerte cuando más debió serlo.
Pero se sentía tan atrapada que no sabía porque camino salir. La tormenta de sentimientos que tenía en su interior era superior a cualquier cosa y no era capaz de encontrar el cielo azul ... o por lo menos un cielo en calma.
Akari quería salir corriendo, quería huír del mundo. Encontrarse y después volver. Pero ya no podría echarse atrás, al menos no de momento. Y aunque le estaba costando adaptarse a los nuevos cambios, más de lo que ella mismo creía algo de su fortaleza la perseguía... porque sabía que debía llevar adelante a un reino... que esperaba mucho de ella.

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