martes, 10 de mayo de 2011



"La serpiente se acerca y la chica asustada es capaz de ver como esos ojos odiosos quieren morderla. El movimiento de la serpiente es cada vez más rápido y cuando se alza para abrir sus mandíbulas y enseñar sus colmillos... La chica grita lo más fuerte que puede... entonces la serpiente se detiene, la mira aun más furiosa. Esa serpiente se termina cambiando de cuerpo... Ese cuerpo es de la persona que ella más ha amado en toda su vida pero a la vez la persona que más ha querido arrancar de su lado.
-¿Creías que te librarías de mi tan fácilmente?-
-Tú...-
Él alza su mano, pero algo lo detiene. Se vuelve a convertir en serpiente. Serpiente que se revuelca en el suelo, porque alguien la esta matando... Serpiente verde que mancha el cuerpo de la chica de rojo..."
Akari se despierta sudando de nuevo, esta vez... no ha llorado. Sus ojos están abiertos de par en par... no quiere encender la luz, quiere envolverse en la oscuridad...
Se levanta abre el cajón de al lado... ya no hay remedio.
Se vuelve a echar, su cabeza quiere estallar, pero... es capaz de reponerse sola.

¿Por qué tuviste que volver?
Ahora es cuando más quiere y no puede. ¿Por qué nunca ha llorado con él?¿Por qué ha sabido mantenerse, si siempre acaba muerta por dentro?
Akari se levantó y camino hasta el pequeño balcón de su habitación... necesitaba tomar aire... Necesitaba mirar las estrellas. Hacía tiempo había dejado de ver aquella estrella en el cielo, y hoy de nuevo seguía sin verla. Aunque... ya no le hacía falta verla para saber que estaba ahí.
Entonces Akari se agachó... y empezó a llorar... lloró durante dos horas seguidas, esperando que las lágrimas pararan... pero no pararon hasta que ella se sintió tranquila... se levantó, aun llorando cogió el pequeño muñeco esqueleto... lo abrazó y se lo llevó con él a la cama, esperando así tranquilizarse, y con las lágrimas en los ojos consiguió dormir... para volver a la misma pesadilla...

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