En Corea cerca de las monañas, templos u otros lugares sagrados se suelen encontrar montoncitos de piedras. Esto se debe a la creencia en los espíritus del bosque y de la naturaleza, y dentro de estos espíritus están las piedras. Se creía que, juntando la esencia de muchas piedras en un mismo lugar, se puede conseguir buena suerte, fortuna, esperanza...
Esto lo leí en una página de Corea. Y al leerlo recordé que cuando era pequeña me gustaba amontonar piedras una encima de otra y siempre le decía a mi madre que esas piedras eran lo que yo sería algún día.
-Mamá yo seré la piedra de arriba y no me caeré-
Al día de hoy, estoy lejos de ella por sacarme una carrera. Vivo al mes con lo que puedo y los estudios me los he tenido que pagar yo.
Antes lloraba por tonterías. No valoraba lo que tenía a mi alrededor.
Hoy veo que hay demasiadas cosas por las que luchar, y yo he empezado ya. Necesitaba un cambio urgente y eso se me aparecía en sueño una y otra vez.
No sé donde estaré el año que viene, pero desde luego terminaré luchando por lo que quiero. No importa cuanto me cueste ir a Corea, ni meter el mundo de la música en mi vida.
Sí. Echo de menos muchas personas, echo de menos tantas cosas que a veces tengo ganas de volver el tiempo atrás. Pero como no se puede solo queda una cosa:
Mirar hacia adelante, pisar fuerte y luchar por lo que quieres.
Y eso es, lo que yo estoy haciendo ahora. Y pienso seguir haciéndo.
Duela a quien duela.
Y sea como sea, te terminaré olvidando. Aunque para eso tenga que arrancar de mi mente absolutamente todos tus recuerdos.
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